En esta conversación, Péter Álvarez —ingeniero de profesión y asesor en nutrición por vocación— explica cómo pasó de una carrera tradicional a emprender en el ámbito del bienestar. Su propósito, afirma, es ayudar a las personas a estar más saludables desde la prevención, al margen de un modelo que describe como centrado en la gestión de enfermedades. La entrevista aborda la construcción de su propuesta y la manera en que convirtió esa motivación en un proyecto de vida con alcance personal y empresarial.
Álvarez cuenta que el primer punto de inflexión fue comprender los efectos del estrés en su propio cuerpo, experiencia que lo llevó a retomar la actividad física y a estudiar sobre descanso, alimentación y salud mental. Tras certificarse en nutrición en España y publicar un libro, en 2017 tomó la decisión de dedicarse de lleno al bienestar, atendiendo a personas de forma personalizada y acumulando experiencia clínica en problemas frecuentemente asociados al sobrepeso, así como en síntomas digestivos, migraña e insomnio, entre otros.
El enfoque que propone es integral: alimentación adecuada, sueño reparador, ejercicio y manejo del estrés como pilares para equilibrar hormonas, microbiota y ritmos circadianos. Subraya que prácticas como la meditación o el entrenamiento de alta intensidad a intervalos cortos pueden ayudar a «acallar» la mente y vivir el presente, reduciendo la carga de estrés que impacta negativamente en la salud. Su trabajo busca, además, generar conciencia: muchas decisiones cotidianas, especialmente en la alimentación, se toman por desconocimiento.
A nivel de modelo de negocio, distingue dos nichos. Por un lado, la asesoría uno a uno, que suele atraer a directivos o cargos medios-altos con posibilidad de pagar un proceso personalizado. Por otro, un proyecto empresarial orientado a compañías interesadas en mejorar el bienestar de toda su plantilla a un costo accesible, apalancado en tecnología (aplicaciones y mensajería), con contenidos educativos y seguimiento remoto. El objetivo es aumentar el alcance y el impacto preventivo en salud dentro de los entornos laborales.
Respecto al papel del sistema sanitario, sostiene que su propuesta se enfoca en prevenir y revertir condiciones desde el estilo de vida, mientras que la práctica clínica suele concentrarse en el manejo farmacológico de síntomas. Sin embargo, enfatiza que no se trata de culpar a los profesionales, sino de construir rutas complementarias de educación y hábitos sostenibles. Para él, la clave está en que cada persona asuma el control de su salud cotidiana con información clara y herramientas prácticas.
La entrevista cierra con una invitación a iniciar procesos guiados que fortalezcan el conocimiento y la conciencia sobre alimentación, descanso y movimiento. Álvarez insiste en que nadie busca dañarse a sí mismo ni a su familia: cuando hay información útil y comprensible, las personas encuentran tiempo y motivación para priorizar su bienestar y sostener cambios que, con el acompañamiento adecuado, se traducen en mejoras palpables en su vida diaria.