El artículo de opinión del New York Times señala que China ha intensificado sus inversiones en biotecnología, buscando no solo fortalecer su industria interna, sino también proyectar poder e influencia en el ámbito internacional.
Según el análisis, esta estrategia incluye el desarrollo de capacidades avanzadas en investigación genética, farmacéutica y agrícola, lo cual representa un reto directo a la posición dominante de Estados Unidos en el sector.
El texto también alerta sobre la necesidad de establecer reglas claras de transparencia, cooperación internacional y salvaguardas éticas para evitar riesgos asociados con la manipulación genética y el uso indebido de tecnologías emergentes.