En 2016, Haier adquirió por 5.600 millones de dólares la unidad de electrodomésticos de General Electric (GE Appliances), una marca con más de un siglo en los hogares estadounidenses. La operación llegó después del intento fallido de venta a Electrolux en 2014 por objeciones de competencia, en un momento en que GE priorizaba negocios como el financiero y el aeroespacial.
La transformación de Haier se remonta a los años 80 bajo el liderazgo de Zhang Ruimin, quien vinculó remuneración con desempeño y estableció una cultura de calidad. Un hecho simbólico fue la destrucción de 76 refrigeradores defectuosos, con el mensaje de tolerancia cero a las fallas. A partir de 2005, la compañía dividió a más de 60.000 empleados en más de 1.000 microempresas (modelo Rendanheyi), con autonomía y responsabilidad directa frente al cliente.
Esta movida audaz de Zhang Ruimin al crear microempresas internas buscaba combatir la burocracia y conectar a cada trabajador directamente con el mercado. Bajo el modelo Rendanheyi, todos los empleados debían actuar como emprendedores, lo que permitió acelerar la innovación y dar lugar a proyectos como plataformas de pedidos electrónicos o nuevas líneas de electrodomésticos.
Zhang Ruimin señaló que el modelo Rendanheyi sería aceptado porque se basa en respetar al individuo: colocar a la persona en primer lugar y ofrecerle la oportunidad de emprender libera su potencial y favorece una innovación sostenible dentro de la organización.
GE Appliances, heredera de innovaciones como el refrigerador “Monitor Top” de 1927, había perdido prioridad estratégica dentro del conglomerado desde los años 80. Para Haier, la compra ofrecía una marca con arraigo y una red de distribución consolidada en Estados Unidos, mercado en el que, pese a ingresar en 1999, mantenía una baja participación.
Tras el cierre, GE Appliances conservó autonomía y comenzó a adoptar microempresas internas. La unidad de lavandería, por ejemplo, pasó de pérdidas a ganancias en un año. En paralelo, Haier impulsó la apuesta por IoT en electrodomésticos conectados y la innovación abierta a través de FirstBuild, donde surgió el Kitchen Hub, galardonado como producto innovador en el CES 2018.
El desafío posterior fue convertir a GE Appliances en una marca verdaderamente global —tradicionalmente enfocada en Estados Unidos—, fortalecer la relación directa con usuarios y competir en el ecosistema del hogar conectado frente a actores tecnológicos como Apple, Google y Amazon, manteniendo al tiempo el enfoque en calidad y cercanía al mercado.