El Bundestag dio luz verde este jueves al presupuesto general de Alemania para 2025, que contempla un volumen total de 490.000 millones de euros. El plan financiero destaca por asignar una cifra récord de 110.000 millones de euros destinados a inversiones públicas.
El gobierno alemán ha justificado estas medidas como necesarias para impulsar la modernización del país, con especial énfasis en infraestructura, digitalización, transición energética y defensa. Según el ministro de Finanzas, el presupuesto busca asegurar el crecimiento económico sostenible y fortalecer la resiliencia del Estado frente a crisis futuras.
Entre los sectores priorizados se encuentran la transición hacia energías renovables, la movilidad sostenible y la innovación tecnológica, con el objetivo de cumplir compromisos ambientales y mantener la competitividad industrial. También se contempla un refuerzo en el gasto social y la seguridad nacional.
La aprobación se da en un contexto de debate político sobre la disciplina fiscal y la necesidad de mantener el “freno a la deuda” inscrito en la Constitución alemana. No obstante, el gobierno defendió que las inversiones extraordinarias son indispensables para responder a los desafíos globales y garantizar el bienestar de la población.