El Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) reportó que el desempleo en Colombia se redujo a 8,8% en julio de 2025, la cifra más baja para este mes desde 2001. Sin embargo, un porcentaje significativo de los ocupados permanece en la informalidad laboral.
La informalidad, desde la perspectiva legal, se caracteriza por la ausencia de contrato laboral escrito, la no afiliación a seguridad social y la falta de prestaciones como primas, cesantías o vacaciones pagadas. A pesar de estas limitaciones, muchos trabajadores informales manifiestan estar mejor que asalariados formales debido a ingresos más altos o mayor autonomía.
Entre las ventajas de la formalidad destacan la estabilidad, el acceso a pensión y salud, y la posibilidad de obtener créditos o subsidios. En contraste, la informalidad ofrece flexibilidad y menor carga de aportes, aunque expone a la vulnerabilidad ante enfermedades, vejez o crisis económicas.
El debate sobre la informalidad en Colombia sigue abierto: mientras algunos la critican como un obstáculo al desarrollo y a la protección social, otros resaltan que es una salida económica real frente a un mercado laboral limitado.